Este 23 de mayo se realizará un nuevo encuentro, el segundo, sobre la figura intelectual de Roberto Hernandez Cornejo y el historiador del Norte, Sergio Gonzalez Miranda, Premio Nacional de Historia 2014, ha develado algunas facetas poco conocidas de Hernández sobre la cobertura y difusión de lo acontecido en el salitre y en particular en la Matanza de la Escuela Santa María de Iquique, un 21 de diciembre de 1907, lo cual involucró a otras figuras señeras de la producción intelectual nacional y que defendían a la figura del «Roto chileno».
A continuación, la columna del profesor González Miranda, publicada el 17 de mayo pasado, en la página 11, de La Estrella de Iquique.
EL CHILENO
«El Chileno» fue un periódico de Valparaíso que vio ese maravilloso cambio de siglo del XIX al XX. Felicidad que se vería interrumpida violentamente en el puerto principal por un terremoto el 6 de agosto de 1906 y, en Tarapacá, también otro tipo de violencia cambiaría el estado de ánimo por mucho tiempo en nuestro puerto mayor: la tragedia obrera del 21 de diciembre de 1907. Hubo una conexión entre ambos acontecimientos.
El terremoto y su devastación fue una oportunidad para llegar a la dirección de El Chileno de
un joven periodista llamado Roberto Hernández Cornejo. Para quienes son seguidores de la historia del salitre, deben conocer el libro clásico de Hernández, editado en Valparaíso en 1930. Hernández tenía comunicación epistolar con un médico que ejercía en Junín, un puerto menor próximo a Pisagua, su nombre era Nicolás Palacios, quien había publicado en 1904 «Raza chilena», un libro donde defiende la calidad humana del pueblo chileno, el roto chileno (curiosamente en 1929 Roberto Hernández publicará en Valparaíso un libro titulado «El roto chileno: bosquejo histórico de actualidad»).
Roberto Hernández le escribió a Palacios para que escribiera sus impresiones sobre lo sucedido en Iquique ese 21 de diciembre, quien, coincidentemente, se encontraba en nuestro puerto (alojando en el hotel Phoenix) y fue testigo de la tragedia.Le aseguraba el anonimato. Palacios acepta y lo titula: «Un estudio de importancia.Datos y opiniones sobre los sucesos de Iquique. Trabajo de un escritor inglés en colaboración con un distinguido escritor nacional. Estudio hecho en Iquique para El Chileno. Examen completo del conflicto con sus antecedentes y consecuencias». Fue publicado por partes entre el 5 de febrero y el 7 de marzo de 1908.
Roberto Hernández le revelará a su amigo Alejandro Venegas, (autor de «Sinceridad: Chile íntimo, 1910», bajo el seudónimo del doctor Valdés Canje) el nombre de Palacios, como la pluma detrás de la crónica de El Chileno. Consideró Hernández que era importante que se supiera su autoría. Otro historiador del salitre, Óscar Bermúdez, sería el primero en hacer una reseña completa del escrito de Palacios en 1968: «El Dr. Nicolás Palacios y la industria del salitre».
Vemos varios vínculos de intelectuales generados por el mismo sentimiento de amor al «roto chileno». y su devenir histórico: Nicolás Palacios, Alejandro Venegas, Roberto Hernández, Óscar Bermúdez. El próximo 23 de mayo uno de ellos será registrado por el Instituto de Historia de la PUCV, en el «II Seminario sobre Roberto Hernández Cornejo, un encuentro inspirado en la vida y obra de este periodista, historiador y bibliófilo».